martes, 17 de noviembre de 2015

No se trata de llevar moda, sino de vivirla

La ropa conlleva una búsqueda de identidad o de diferenciación con los demás. Por ello, adquiere tanta importancia para algunos que encuentran en ella su identidad personal y su pertenencia a un grupo. Los góticos se caracterizan por una forma muy peculiar de vestir siempre de negro y algo rojo o los raperos con ropas anchas, zapatillas deportivas y gorra.


Para algunos, la ropa también es un status social, sobrevaloran la ropa de marcas importantes y consideran como sinónimo de saber vestir, llevar ropa de marca o bien la consideran como una ostentación o un símbolo de riqueza. Otros por el contrario, consideran innecesario pagar más por una prenda de vestir por ser de marca cuando la mayoría de las veces, la calidad no es tan diferente.




También hay a quien le gusta combinar ropa muy cara con otra más económica, piensan que le dan un toque más original y personal y sienten gran satisfacción al hacer ese tipo de combinaciones.

Por lo general solemos vestir de acuerdo al lugar y evento al que acudimos; no es lo mismo usar un vestido para un matrimonio que para ir a una entrevista de trabajo.



Aunque no lo creas la moda es una forma de comunicarse con los demás.
Cada día que salimos a la calle, estamos dando una imagen con nuestro estilo, y con las sensaciones que este trasmite.
El vestir, junto con el comportamiento, va más allá de las telas; incluye peinados, joyas, maquillajes y otros complementos.
Las personas necesitamos tener una apariencia que exprese nuestro interior. Cada quien toma de su entorno los elementos que lo identifican, y entre ellos, están los que arman su imagen.










Sin embargo muchas veces, y me incluyo, elegimos nuestra ropa de acuerdo al estado de ánimo en el que estamos.
Por ejemplo una persona que se viste siempre de rojo chillón  ¿piensa o se siente igual que una que siempre va de negro? ¿Transmite más tranquilidad alguien que va todo vestido de blanco?.






Un estudio acaba de demostrar que existe una estrecha relación entre la ropa y el estado de ánimo de las mujeres, algo que creo que todas teníamos clarísimo. Según un grupo de psicólogos de la Universidad de Hertfordshire, si sales con jean es que estás deprimida, pero si lo haces vestida de blanco, tu estado de ánimo es positivo. Yo aquí discrepo un poco, a mi parecer los jeans son de uso diario, muchas veces es lo primero que elegimos por ser común.





Todos los rasgos que identifican a la persona forman parte de sí y cada género asimila las situaciones de diferente manera. Las mujeres por ejemplo tenemos una conexión directa entre lo que visten y lo que sentimos. Mantenemos una línea de conjuntos que se transforman en una colección propia y valorada. Constan de gran variedad o gran ausencia de colores.




Es muy común que los sentimientos se vean manifestados por el tono de ropa que usemos. Además todas las características que conforman la personalidad influyen en la estética que nos define. Lo que hay que aprender es a diferenciar el estilo cotidiano del sentimiento impulsivo.





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